Tensión entre las dos Coreas: ¿deberíamos preocuparnos?

“Corea del Norte amenaza con realizar un ‘nuevo tipo de ensayo nuclear’

‘No se descarta un nuevo tipo de ensayo nuclear para fortalecer aún más nuestra política de disuasión nuclear’, señala un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano”

“EN AGUAS FRONTERIZAS

Corea del Norte y Corea del Sur intercambian fuego de artillería”

“SEÚL RESPONDE CON OBUSES AL IMPACTO DE UN MISIL

Corea del Norte inicia maniobras militares en la frontera con Corea del Sur”

Si lees habitualmente Soompi Spanish es porque te gusta el K-Pop, los dramas coreanos, o todo lo relacionado con la Ola Hallyu. Y si es así, seguramente también sigas muy de cerca todas las noticias que surgen en torno a las dos Coreas.

Como nosotros. Nos ha preocupado, y mucho, leer cómo en las últimas horas ha vuelto a aumentar la tensión entre Corea del Norte y Corea del Sur, habiéndose llegado incluso al intercambio de misiles. Nuestra intención con este artículo no es sumarnos a esos titulares alarmistas, sino intentar acercar nuestra experiencia. E intentar tranquilizar, dentro de los posible, a todos los fans que temen que pueda ocurrir algo a sus ídolos favoritos, amigos coreanos, o amigos no coreanos pero que se encuentran residiendo en el país.

Decir que Corea del Norte y Corea del Sur nunca firmaron un acuerdo de paz, a pesar del fin de la guerra en 1953, es algo fundamental. La tensión siempre ha estado presente entre ambos países. Si preguntas a algún coreano joven, de menos de 30 años, te dirá que durante toda su vida ha vivido esta situación.

Yo, personalmente, he estado en Corea del Sur en dos ocasiones. La primera, hace 4 años, después del hundimiento de un submarino surcoreano por parte de los coreanos del norte. Lo denominaron el peor ataque desde la guerra. A pesar de todo, de que el foco de atención estaba puesto en la península coreana, durante mi estancia en el país no sentí nada de eso. Sí, quizás, en la visita a la zona desmilitarizada (DMZ) ya que aquel día se reunían dirigentes de los dos países. Nos enteramos al leer el periódico al día siguiente. Pero por lo demás, disfrutamos con total normalidad del país, salimos por la noche, fuimos a conciertos, parques de atracciones, comimos mucha comida coreana, conocimos gente… Lo normal, vaya. Incluso hubo inundaciones en Seúl, pero de aquello nada se habló en los informativos internacionales.

En cambio, mi segunda visita a Corea del Sur fue muy diferente, hace exactamente un año. ¿Alguien recuerda lo que ocurrió hace un año? Para mi es imposible olvidarlo. El 30 de marzo de 2013 Corea del Norte declaraba oficialmente el estado de guerra a Corea del Sur. Sí, puedes imaginar a mi madre rogándome que saliera del país. Y sí, puedes imaginarme intentando convencerla de que no pasaba absolutamente nada. Nada. Quizás los coreanos que esperaban al transporte público se fijaban un poco más en las pantallas, esperando alguna noticia al respecto. Pero no dejaban de salir de compras o a tomar algo, o incluso de ir a los conciertos. Recuerdo el Estadio Olímpico de Seúl lleno de VIPs y fans de G-Dragon disfrutando de su gira en solitario.

Justamente la noche anterior mi amiga y yo tuvimos la oportunidad de cenar con un amigo coreano y sus padres. Nos invitaron a una cena típica coreana en un restaurante típico coreano, con comida muy picante y algo de makgeolli. Y yo, que me gusta preguntar siempre que se da el caso, recuerdo perfectamente haberles sacado el tema. Fui muy directa, les pregunté si creían que Corea del Norte atacaría a Corea del Sur. Y la respuesta del padre fue rotunda: “No”. Ni siquiera se lo pensó, lo que me dejó anonadada. ¿Cómo podía estar tan seguro? Su respuesta fue un poco más larga, aunque tampoco demasiado meditada. Si Corea del Norte atacara Corea del Sur, Corea del Norte desaparecería del mapa. Estados Unidos se encargaría de ello. Y Corea del Norte no quiere eso.

Corea del Norte vive una dictadura del terror desde el año 1953. Estamos hablando de 61 años de dictadura, de represión, de opresión. No valen los discursos para convencer y conseguir una población sumisa. También hay que llevar a cabo actuaciones… Como las que está llevando a cabo Corea del Norte. Tiene que mostrar poder, superioridad, para que el pueblo se lo crea, se convenza, y pueda continuar esa dictadura del terror. Más aún tras el fallecimiento de Kim Jong Il, y la llegada al poder de Kim Jong Un, uno de sus hijos y heredero, un hombre de más de 30 años que, según cuentan, pasó su infancia en Suiza. Muchos creían que esto implicaría una actitud aperturista, pero nada más lejos de la realidad. Al menos, hoy por hoy, no lo parece.

La sensación que tuve, y la que sigo teniendo, es que Corea del Sur está viviendo su propia versión de Pedro y el lobo. Han escuchado tantas veces durante 61 años decir “que viene el lobo” que ya no se lo creen. Además, si Corea del Norte realmente quisiera atacar a Corea del Sur… Podría haberlo hecho ya, ¿no? De todas formas sería un error subestimar a Corea del Norte. Tiene armamento, y es difícil saber lo que puede llegar a hacer con él. Más en estos últimos tiempos.

Pero personalmente no creo que, hoy por hoy, y tal como están las cosas en la península, pudiera comenzar una guerra entre los dos países. Creo que la situación actual no es esa. Y espero no equivocarme.

Imagen sacada de www.periodico24.com