5 momentos de los episodios 11-12 de "The Devil Judge" en los que todo se vino abajo

Aug 14, 2021

“The Devil Judge” nos lleva a un viaje vertiginoso esta semana cuando el hombre con todas las respuestas finalmente se encuentra en una posición en la que no tiene ninguna. Kang Yo Han (Ji Sung) siempre ha estado varios pasos por delante de los demás. Ha florecido bajo la compañía de Ga On (Jinyoung), y juntos han sido imparables. Pero todo se desmorona cuando uno de sus más fieros oponentes finalmente lo supera.

Alerta: spoilers de los episodios 11-12 a continuación.

1. La escena del barbero

El primer indicio de que Yo Han ya no tiene el control llega cuando abre los ojos y ve a Sun Ah (Kim Min Jung) afeitándole, su barbero de toda la vida, inconsciente a varios metros de distancia. La sorpresa de Yo Han, silenciosa pero evidente, es la prueba de que no se ha preparado meticulosamente para este encuentro. Durante toda la escena, está completamente a merced de Sun Ah. Y esa es una posición aterradora.

Siendo como es Yo Han, se las arregla para meterse en su cabeza. Pero ambos jugadores están bien familiarizados con este juego, y Sun Ah sabe exactamente lo que está haciendo. A fin de cuentas, Yo Han acaba de descubrir que Sun Ah es el cerebro de la Fundación de Responsabilidad Social. No ha tenido suficiente tiempo para estudiar a su enemigo. Sun Ah, por otro lado, ha estado observando a Yo Han durante años. Conoce sus movimientos como la palma de su mano porque Yo Han tiene una línea que no cruza desde que su hermano Isaac le pidió que no lo hiciera: nada de víctimas inocentes.

Por eso es aún más peligroso que Yo Han le presente a las personas que más quiere.

2. La cena está servida

Es triste ver a Sun Ah entrar en la casa que marcó definitivamente su vida. Recuerda llevarle la comida al joven Yo Han y verle leer, y sus ojos se nublan al recordar que robaba los cubiertos como si se avergonzara de tener que hacerlo para sobrevivir. Parece tan feliz de haber regresado como reina en lugar de como criada que es doloroso verla darse cuenta de que no ha ganado nada después de todos estos años.

Yo Han la lleva a su casa para atraerla a trabajar con él, pero sin darse cuenta le da una muestra de todo lo que no tiene: su jueza junior compañero y residente, que cocina deliciosas comidas para la familia y hace que todos sonrían, y su espinosa sobrina. Yo Han y Ga On parecen padres.

La cara de Sun Ah se ensombrece al darse cuenta de que ha conseguido lo que quería (dinero) pero no lo que necesitaba (felicidad). Las élites siempre buscan una oportunidad para tirarse los trastos a la cabeza, así que no son precisamente material de amistad. Ese sentimiento se agrava cuando Yo Han le da el collar que le gusta. En el episodio 7, estranguló a Sun Ah por atreverse a cogerlo. Sin embargo, eso fue antes de que Ga On formara parte de su hogar, antes de que unieran sus fuerzas y acabaran con la corrupción. Ahora, ya no lo necesita. Le está dando a Sun Ah lo que no quiere mientras le muestra lo que no tiene. Así que, Sun Ah va a despojarlo de todo.

3. La muerte de la mujer de hierro

Irónicamente, la primera persona que pone en peligro los planes de Yo Han no es Sun Ah. Se diga lo que se diga de Cha Kyung Hee, no se puede negar que la mujer era una fuerza a tener en cuenta. Exprimía el aire de la habitación solo con entrar en ella, y era dolorosamente evidente que el resto de las élites (todos hombres) estaban resentidas por ello porque tienen la presencia dominante de una manada de chihuahuas (especialmente Heo Joong Se (Baek Hyun Jin)). Yo Han la acorraló muchas veces, y aunque ella reaccionó como él esperaba en algunas ocasiones, le sorprendió en otras: como cuando eligió su carrera por encima de su hijo.

Así que no es de extrañar que cuando la acorralan de la forma más humillante, atrapada por sus propias tácticas, esta mujer orgullosa se niegue a doblegarse. Cha Kyung Hee se va en sus propios términos. Es brillante, cruel y poderosa, pero obstaculizada y pasada por alto por los hombres a los que tuvo que servir. Es terriblemente triste porque habría sido imparable si hubiera dado la espalda a esa vida. Yo Han estuvo aislada por su riqueza y su género durante su ascenso en el escalafón. Kyung Hee se construyó a sí misma desde la nada, y el presidente Seo (Jung In Gyeom) fue su patrocinador. Hay un tema recurrente aquí, ya que las mujeres de esta serie han tenido que tomar decisiones feas y luchar para sobrevivir en un mundo de hombres. Sun Ah y Kyung Hee se han levantado de la nada sólo para que los hombres las derriben. Sus malas decisiones no cambian esto, ya que es posible que no hubieran tenido que volverse malas si el mundo hubiera sido más justo con ellas. En esta entrevista con tvN, Kim Min Jung mencionó que considerará que su trabajo está hecho si los espectadores sienten empatía y lástima, y es difícil no sentirlo así.

El objetivo del drama es mostrar que no hay una línea clara entre el bien y el mal. No hay nada blanco y negro. Por ello, es lamentable que después de nadar en tonos grises, esta oposición irreal asome la cabeza una vez más.

4. Pillado en el acto

Yoon Soo Hyun (Park Gyu Young) y Min Jung Ho (Ahn Nae Sang) son probablemente los únicos personajes de este drama que siguen viendo a la gente en blanco y negro. Era sólo cuestión de tiempo que descubrieran lo que Ga On ha estado tramando, pero las eternas malas decisiones de Soo Hyun ponen en peligro no sólo su amistad con Ga On, sino también el vínculo de Yo Han y Ga On.

Es desgarrador porque justo antes de que Soo Hyun entrara, Yo Han estaba a punto de decir algo. Observó a Ga On estremecerse y hurgar en el cadáver de Kyung Hee con evidente preocupación y pudo darse cuenta de que Ga On estaba en estado de shock pero se obligaba a seguir adelante. Yo Han siempre ha tenido problemas para expresar sus sentimientos, pero estaba claro que iba a decir algo reconfortante. Sin embargo, ese momento se esfuma para siempre ante la intromisión de Soo Hyun. Yo Han intenta consolar a Ga On mientras conduce hacia su casa y se queda al lado de Ga On frente a Soo Hyun, por lo que es aún más doloroso cuando Ga On arremete contra él (como siempre) y abandona a Yo Han y a Elijah (Jeon Chae Eun) cuando más lo necesitan.

Yo Han presiente que esto está a punto de acabar mal, pero en lugar de retroceder como antes, el Yo Han que nunca necesitó a nadie se rompe, prácticamente rogando a Ga On que se quede. Esa discusión final en su estudio fue una poderosa muestra de vulnerabilidad, ya que alterna entre intentar consolar a Ga On y suplicarle que entre en razón. Señala, con razón, que se enfrentan a gente peligrosa y poderosa, y que tener cerca a personas blancas y negras como Soo Hyun y Jung Ho sólo perjudicará a Ga On. Soo Hyun incluso le amenazó con arrestarle si seguía con la justicia por su propia mano (lo que significa literalmente que Soo Hyun está del lado del opresor, pero ella ni siquiera puede entenderlo). Pero Yo Han comete el colosal error de pedirle a Ga On que saque a Soo Hyun de su vida. Es una petición perfectamente válida, pero es demasiado pronto. Ga On está luchando tal y como está, y la última vez que alguien le obligó a elegir (Min Jung Ho), no lo eligió.

Ga On dice alguna tontería sobre que Soo Hyun es su mundo y sale de la casa, dejando a Yo Han y a Elijah llorando. Ahora bien, si esto se enmarcara en que Ga On necesita tiempo para lidiar con la muerte de Kyung Hee, dado que sus padres murieron de la misma manera, entonces esto sería excelente. Pero meter con calzador un romance increíble entre dos personajes con una química de padre-hijo y convertir a Ga On en alguien que tirará por la borda la justicia por ese terrible policía es una difamación del personaje.

Min Jung Ho se aprovecha de la debilidad de Yo Han y exige que se desmantele el espectáculo de la corte en vivo y que se investigue a Yo Han. Le da un sermón a Yo Han sobre lo mala que es la justicia de los justicieros mientras tiene la temeridad de decir que su justicia (la de Jung Ho) es justa. Yo Han señala secamente que Soo Hyun y Jung Ho parecen ver a Ga On como un niño que no puede pensar por sí mismo. Jung Ho cita a Nietzsche, hablando de cómo el abismo te devuelve la mirada cuando lo miras.

Eso es dramático. Y rico, viniendo de alguien que se pone del lado de la élite.

¡Qué línea tan brillante!

Pero a pesar de todo su sarcasmo, el pobre y cansado Yo Han lo pierde todo de la noche a la mañana. Sus pesadillas vuelven con fuerza y no puede dejar de pensar en Ga On. Mientras corre, mientras come, mientras duerme, piensa en la familia que tuvo temporalmente.

Esto es poderoso y desgarrador.

Yo Han sigue luchando valientemente, pero está entumecido y con el corazón roto. Así que no es de extrañar que Sun Ah lo capture tan fácilmente.

5. Yo Han pierde

El mundo de la élite sigue estando dominado por los hombres, y Sun Ah no tarda en descubrir que unirse a sus filas con su verdadera identidad fue una mala idea. De hecho, intenta proteger a Yo Han de las maquinaciones de Heo Joong Se y su equipo, hasta que es menospreciada (¡Heo Joong Se se burla de que debería haberse acostado con Yo Han!) y escarnecida hasta el punto de que elige proteger la riqueza y la seguridad de su posición a costa de convertirse en el perro de Heo Joong Se. Es una decisión horrible, pero no puedes evitar sentir pena por el motivo y la forma en que tuvo que tomarla. Porque entre Yo Han y el poder, Sun Ah siempre elegirá el poder.

Descubrir que K (Lee Ki Taek) ha estado investigando las circunstancias de la muerte de su padre no hace más que echar leña al fuego. Así que cuando Yo Han se presenta en su lugar de encuentro esperando que solo él resulte herido (porque bendito sea el pobre hombre, está tan acostumbrado a que le hagan daño los demás), queda desolado al encontrar a K capturado. Yo Han recibe una bala, tratando de salvar a K. Mientras el otro hombre le ruega que se vaya y se salve él mismo, Yo Han sigue decidido a salvar a su mano derecha porque siempre protege a los suyos.

Si Yo Han todavía tuviera a Ga On, quizás no habría fracasado. Pero Yo Han no tiene a nadie ahora. Y para su eterno horror, K muere a manos de Sun Ah. La furia y el dolor en los ojos de Yo Han es un espectáculo. Se contiene, entumecido y afligido, pero jura matarla de la manera más dolorosa y solitaria, acorde con ella. Y así, Yo Han toca fondo.

El avance de los próximos episodios muestra que las cosas van de mal en peor. Oh Jin Joo (Kim Jae Kyung), que parecía estar entusiasmado con la justicia, se pone del lado de las élites para desbancar a Yo Han y convertirse en juez jefe. Soo Hyun sigue siendo una policía terrible a la que le importa menos la justicia que su venganza personal contra Yo Han mientras persigue a los testigos del incendio de la iglesia que mató a Isaac (Soo Hyun, la gente está muriendo. ¿Quizás deberías hacer tu trabajo?). ¡Sun Ah apunta con una pistola a la cabeza de Elijah! Se ríe de que Yo Han no es más que un hombre con una plataforma. Si le quitas su plataforma, Yo Han no es nada (lo cual es terriblemente cierto). Herido y destrozado Yo Han corre de un lado a otro todavía luchando. ¡Que alguien ayude a este hombre!

Para un personaje anunciado como el corazón de la serie, Ga On sigue siendo frustrante. Sigue gritando que quiere luchar contra la corrupción, pero huye en cuanto las cosas se ponen difíciles. La justicia no es fácil, y si a Ga On le importa la justicia, tiene que entenderlo. Acaba de dejar de lado a la única persona que realmente lucha por la justicia en favor de un policía terrible y un juez igualmente horrible (incluso después de que Yo Han le ayudara a llevar a Do Young Choon (Jung Eun Pyo) ante la justicia).

Ahora que ha sido testigo de primera mano de lo corruptos que son la Fundación y el Presidente, al presentar un disturbio violento en un barrio como un esfuerzo de contención del virus, ¿dará un paso adelante? ¿Volverá a ser el hombre que tan cruelmente abandonó? ¿O se unirá a Soo Hyun y a Min Jung Ho en escupir tópicos sin sentido sobre la justicia mientras deja que la corrupción corra desenfrenada?

¿Podrán volver estos días dorados una vez más?