
Productor del vídeo teaser de EXO lo dice todo con respecto a recientes reclamos sobre plagio
A principios de este mes, el vídeo teaser de EXO titulado “EXO 2015 COMING SOON“, se marcó como no disponible en el canal de YouTube de SMTOWN debido a un reclamo de copyright por el diseñador gráfico sueco Erik Söderberg. Según el diseñador, SM Entertainment había utilizado gráficos de él y otros dos diseñadores gráficos internacionales sin permiso, y que SM Entertainment no respondía a sus preguntas, lo que no les dejó otra opción que reportar el vídeo a YouTube.
La compañía detrás del vídeo teaser, VM Production, pronto respondió afirmando que el vídeo “absolutamente no era un plagio”. Los productores manifestaron que habían pagado por los gráficos que aparecen en el teaser y que arreglaron el tema con los artistas, y el vídeo teaser se puso disponible de nuevo en YouTube.
Jo Beom Jin, el director del vídeo, ha manifestado en su cuenta de Facebook su frustración por los recientes reclamos de plagio. Según él, la compañía había estado en contacto con un único diseñador gráfico, que exigió un salario más alto después de la publicación del teaser. Después de pagarle de acuerdo a su demanda, recientemente se enteraron de que otro diseñador había estado involucrado en la producción de los gráficos, lo que el primer diseñador no había mencionado a los productores. Este malentendido habría causado que el vídeo sea bloqueado en YouTube, y para resolver el problema, el segundo diseñador fue compensado por su trabajo. El director, sin embargo, parece estar dudoso de las motivaciones reales de los artistas, y expresó su disgusto con la situación.
El mensaje completo en Facebook, traducid, dice:
Se me informó que había problemas con el teaser de EXO lanzado en diciembre. Como yo acababa de regresar de una grabación de un mes en el exterior, no tuve la oportunidad de explicarme y todo pasó muy rápido. Incluso he oído cosas que parecieron insinuar como si todo se hubiera solucionado con dinero. Ahora, ¿por dónde empiezo?
Hace unos dos meses, enviamos pedidos a dos diseñadores extranjeros, solicitando comprar clips de 4.3 segundos de su trabajo para ser utilizados en nuestro proyecto. Uno de ellos, sin embargo, nos dio hizo pasar un momento difícil en todo el proyecto debido a las respuestas tardías y falta de comunicación. Empecé a tener dudas después de que el diseñador comenzara a exigir más dinero de lo que se discutió inicialmente justo después de que se lanzó el vídeo. Yo quería eliminar el material y molestarme con el diseñador, que exigió una suma tan alta para gráficos que ni siquiera juegan un gran papel en el vídeo, pero que inserté en el vídeo. Debido a nuestra apretada agenda, sin embargo, el vídeo ya se había vuelto viral, y no teníamos más remedio que aceptar las demandas. Con sentimientos encontrados, pagamos la cantidad [al diseñador], y pensé que eso marcaría el final del caso.
Hace un par de días, me dijeron que había un problema [con el vídeo] en YouTube. Preguntándome que sería, me enteré de que era debido a la infracción de derechos de autor. Haciendo todo más confuso aún, la persona que lo reportó a YouTube no era con quien yo había estado en contacto, sino alguien completamente diferente. Como ya habíamos terminado de hablar sobre el pago, yo no entendía lo que estaba pasando. Entré en contacto con el diseñador con quien tuvimos problemas, pero fue difícil llegar a él. Finalmente, después de entrar en contacto con él, le exigí una explicación de lo que estaba pasando. Me enteré de que había habido un colaborador. El diseñador negoció la compensación sin decirnos sobre esto. Me pregunto por qué no nos informó en un principio. ¿Qué pasa con las numerosas llamadas que habíamos tenido hasta ahora? Todo se sentía completamente absurdo. Nos podríamos haber quejado al respecto, pero puesto que el vídeo ya había sido puesto en libertad, teníamos menos poder de negociación.
Después de contactar con el otro diseñador que informó sobre el problema a YouTube, como si todo estuviera planeado, él solicitó la misma suma que el diseñador problemático. Agotados, no queríamos hacer el caso más grave, y pensamos que escuchar sus demandas ayudaría a resolver el caso. Por otra parte, no podríamos causar cualquier daño adicional o malestar a nuestro cliente. Así que, transferimos el dinero [al artista].
Como si todo fuera una mentira, YouTube regresó a la normalidad, y a juzgar por su Twitter y blog, donde había dejado mensajes cortos y casi alegres, parecía que no había pasado nada. Todo estaba llegando a su fin.
Empecé a sentirme escéptico.
Dudo que nadie en su sano juicio podría involucrarse voluntariamente en un caso de plagio de gráficos que no tiene nada que ver con el flujo global del vídeo.
Siento que este proyecto, que se suponía iba a ser producido con una mentalidad pura y alegre, se ha visto empañado debido a algunos hombres de negocios extranjeros.
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