5 cosas de los episodios 5-6 de "The Devil Judge" que han hecho que nos preocupemos por Yo Han

Jul 24, 2021

“The Devil Judge” sigue funcionando a toda máquina, sin disminuir su ritmo vertiginoso a medida que nos acercamos a la tercera semana. La revelación de Yo Han (el brillante Ji Sung) la semana pasada hizo que Ga On (Jinyoung de GOT7) reconsiderara todo lo que creía sobre el juez diablo titular, especialmente cuando Yo Han se ablanda a su alrededor. Pero, ¿cómo de fuerte es esa fe? Porque está a punto de ser puesta a prueba.

Aviso: spoilers de los episodios 5-6 a continuación.

1. Las lealtades vacilantes de Ga On

La sospecha inicial de Ga On sobre Yo Han tenía un sentido lógico, pero en la actualidad roza lo ridículo. Ga On vive en la casa del hombre, a pesar de estar totalmente recuperado. Ha tenido todo el tiempo para ver quién es Yo Han y es bastante evidente que el hombre no es un monstruo.

Hay algo poderoso entre ellos, y lo saben. Ga On se preocupa por Yo Han tras la pesadilla, le prepara comida y desayuna con él y su sobrina Elijah (Jeon Chae Eun) como si fueran sus padres. Sin embargo, Ga On sigue asumiendo lo peor. ¿Soo Hyun (Park Gyu Young) resulta herida? Yo Han lo hizo. ¿Hay algo sospechoso en el testigo del primer juicio? Por supuesto, es Yo Han siendo malvado.

Es desgarrador porque Yo Han se está abriendo a Ga On, lo cual es un gran paso para él. En su estudio, Yo Han intenta manipular a Ga On, luego se detiene como si no pudiera seguir haciéndolo e inmediatamente suelta tonterías sobre cómo es un monstruo. Es el principal mecanismo de defensa de Yo Han: hacer que la gente a la que quiere le odie, porque tiene mucho miedo de dejar entrar a alguien y que le haga daño. ¿Y qué hace Ga On? Saca conclusiones y ataca a Yo Han como un toro enfurecido cada vez que algo va mal. En este punto, Ga On no merece a Yo Han.

Tanto Yo Han como Min Jung Ho (Ahn Nae Sang), el mentor de Ga On, señalan que Ga On tiene que tomar una decisión: ¿Yo Han o la élite? Yo Han, a pesar de toda su competencia, está a un paso de un colapso mental y necesita a alguien a su lado. Pero, ¿podrá Ga On y su confianza, que es fácil de quebrantar, elegir lo que es moralmente gris pero justo por encima de lo que es legal pero malo?

2. La identidad y asalto de Sun Ah

Qué brillante revelación. ¿Quién iba a pensar que una frase desechable del ama de llaves de Yo Han, Ji Young Ok (Yoon Ye Hee), sería la clave de la identidad de nuestra encantadora villana? La historia de Sun Ah antes de entrar en la mansión Kang sigue siendo una incógnita, pero está claro que el tiempo que pasó allí creó la mujer que es hoy: una mujer que toma lo que quiere y borra a cualquiera que se interponga en su camino.

Sun Ah y Yo Han son las caras de una misma moneda, pero donde él ejerce su poder en nombre de la venganza y el castigo, ella lo hace por la ostentación y el poder. Esa diferencia de motivación hace que una sea una villana y el otro un héroe (moralmente ambiguo). La serie presenta a Yo Han como un demonio cuando es un ángel vengador, mientras que Sun Ah parece dulce como la miel pero es cruel hasta la médula. Incluso tiene una ayudante, Jae Hee (Lee So Young), que coincide con el ayudante de Yo Han, K (Lee Ki Taek). Y mientras Yo Han se siente atraído por Ga On, Sun Ah está muy interesada en Oh Jin Joo (Kim Jae Kyung).

Es fascinante porque la mujer es una hipócrita. Golpea al presidente Seo Jung Hak (Jung In Gyeom) por agredir sexualmente a una mujer, y se da la vuelta y hace lo mismo con Yo Han. Se apoya en su origen desfavorecido para ganarse la simpatía de Jin Joo cuando el proyecto Dream Homes puede hacerle ganar millones a costa de los pobres. Sus motivaciones no son puras, o se uniría a Yo Han para acabar con esos hombres ricos; en cambio, está más decidida a protegerlos. ¿Pero por qué? Tiene muchos puntos buenos, pero ¿realmente no cree en ninguno de ellos?

Esta semana, Cha Kyung Hee (Jang Young Nam) es su peón preferido, un peón que está encantado de ser movido en el tablero de ajedrez. A diferencia de Sun Ah, que tiene muchos cómplices, Yo Han carga con el peso de estar rodeado de enemigos por todos lados, solo. Y todo está a punto de caer sobre él.

3. Cha Kyung Hee contraataca

Jang Young Nam está arrasando. ¡Fíjate en el poder de esa mirada!

A pesar de lo desagradable que es Cha Kyung Hee, es difícil no admirarla. Domina la habitación con sólo entrar en ella y fue la única lo suficientemente astuta como para descubrir la verdadera identidad de Sun Ah. Las mujeres realmente brillan en esta serie. Kyung Hee eligió su carrera por encima de su hijo, pero eso no le impide montar una escena sollozando en la televisión nacional en un intento de dar publicidad negativa a Yo Han. Los defectos de un juicio público quedan al descubierto cuando las mismas personas de las que Yo Han ha estado obteniendo su poder empiezan a volverse contra él. A diferencia de la élite, que tiene un poder eterno mientras tenga dinero, el nuevo poder de Yo Han es voluble y fácilmente manipulable.

El caso de Nam Seok Hoon (Kang Seo Joon) plantea a Yo Han un escenario en el que pierde: hacer lo que normalmente haría (la castración física, en este caso) y sentar un terrible precedente (a la vez que da poder a la parte loca de su club de fans), o arruinar su reputación como juez del pueblo dando al hombre un tirón de orejas. Ga On observa con preocupación cómo Yo Han arruina varias hojas de papel y muchos bolígrafos mientras intenta contener un evidente enfado (¿y todavía sospechas de él, Ga On?). Fiel a su estilo, Yo Han se las arregla para crear una tercera opción donde sólo hay dos, pero es suficiente para demostrarle que necesita asegurar su poder de una manera más concreta. Después de todo, podría ser eliminado de la serie por completo.

Y eso es casi lo que ocurre cuando Kyung Hee y Sun Ah difunden cómo pagó millones de wones a Jang Ki Young (Cha Gun Woo), el testigo crucial del primer juicio. Sus jefes, y Min Jung Ho (que cada vez es más antipático), se regodean mientras lo destituyen como juez, sólo para que Yo Han convierta la sala en su propio juicio y sea restituido por el pueblo. Es un golpe brillante, tres pájaros de un tiro, que restaura su reputación, golpea el corazón de la Fundación y asegura su posición como juez principal de una manera que impide futuras deposiciones.

Yo Han parece haber ganado, de nuevo. Y sin embargo, es difícil no estar preocupado por él. ¿Cuánto tiempo más puede mantener esto cuando está luchando contra enemigos en cada esquina? Porque no es sólo la élite la que lo persigue, es la gente que más quiere.

4. El odio de Elijah y la determinación de Soo Hyun de acabar con él

La sobrina de Yo Han es su talón de Aquiles. Ella, Ga On y su mayordomo robot son los únicos que han visto su lado juguetón. Es una lástima entonces que, al igual que Ga On, esté tan decidida a no confiar en un hombre que vuelve cada noche a una casa que odia solo para no estar sola.

Al igual que Elijah buscó con preocupación a Ga On cuando Yo Han desapareció, Yo Han también se perdió cuando Elijah desapareció. Dolió aún más ver su rabia hacia él por sacarla del café, porque Yo Han parecía tan perdido, dándose cuenta de que podría haberlo manejado mejor, pero habiendo estado tan asustado que no estaba pensando con claridad.

Añade a Soo Hyun a la lista de personas irracionales empeñadas en creer que Yo Han es un monstruo, mientras los verdaderos monstruos se pasean bajo sus narices. Su obstinada obsesión por derribar a Yo Han alcanza su punto álgido cuando empieza a interrogar a un menor para obtener información que pueda utilizar en su contra. Es francamente repugnante porque ella es una adulta y una policía y esto equivale a una coacción. A pesar de todo el enfado de Elijah con Yo Han, ella estaba evidentemente incómoda con la situación. Es bastante revelador que Ga On, con toda su rectitud, no viera nada malo en lo que hizo Soo Hyun, mientras que culpaba a Yo Han si tan solo respiraba.

¿Cómo se supone que Yo Han va a manejar todo esto solo?

5. La psique de Yo Han

Yo Han siempre parece saber lo que está haciendo, pero el hombre es un desastre mentalmente. Está terriblemente traumatizado, necesita desesperadamente un aliado y está casi rogando a Ga On que le ayude. Están su culpa por no haber salvado a Isaac, su trauma no resuelto por los abusos de la infancia, el peso de aferrarse a la venganza durante tanto tiempo y su vergüenza por los fallos injustos que ha tenido que tomar para llegar a este punto. El hombre está a un paso de la combustión interna.

Está muy solo y, lo que es peor, lo sabe. Observa a Ga On interactuar con Elijah con tanta hambre, deseando claramente poder formar parte de ello, pero sabiendo que nadie lo quiere allí.

Se puso muy contento cuando Ga On le preparó el desayuno, cuando comieron todos juntos como una familia, e inmediatamente su ama de llaves le hace sentir culpable por ello. Evidentemente está disfrutando de ser cercano con Ga On, pero éste se niega a ver la verdad bajo sus narices de que Yo Han no es un mal tipo.

Elijah dice que Yo Han arruina todo lo que toca, pero ella ve el efecto, no la causa. Todo lo que toca ha sido arruinado, pero no por él, y eso ha hecho que Yo Han sea aún más posesivo porque le aterra que le quiten a la gente que ama. ¿El ama de llaves que estaba de su lado? Lo odia. ¿La criada que parecía gustarle? Le gusta más su dinero. ¿Isaac? Está muerto. ¿Ga On, a quien deja entrar en su vida y en su casa, y le confía su sobrina? Intenta utilizar a su sobrina contra él, le acusa y se enfada con él en todo momento.

Durante la última pelea, Yo Han mira amargamente a Ga On como si se culpara por abrirse a él. Nadie cree en él, y por eso su mecanismo de defensa es pintarse como un monstruo: ser temido le da cierto control y poder. Ser una víctima no le da más que dolor. (Un gran reconocimiento a Oh Jin Joo, que fue la única que creyó en Yo Han esta semana. Si Yo Han no estuviese tan ocupado en gustar a Ga On, y si Jin Joo no pareciese estar cruzando al lado oscuro, este sería un gran romance).

No es de extrañar que Yo Han sea un desastre. Por eso reacciona de forma exagerada ante la desaparición de Elijah: porque ella es lo único que le queda y le encanta la chica. Por eso se lanza a la carga tras una ominosa invitación de Sun Ah para reunirse en mitad de la noche. Le miente a Sun Ah que no tiene nada que proteger, pero vuelve a casa para ser abofeteado con la visión de las dos personas por las que haría cualquier cosa y que no confían en él. Es desgarrador.

Esta semana termina con Yo Han mirando seriamente a los ojos de Ga On: diciendo sin palabras que él es así, que siempre ha sido coherente, y que lo pondrá todo en juego para poder acabar con la élite. Evidentemente, le está pidiendo a Ga On que le tome la mano, ¡y esperamos que Ga On deje de apuntar fuera del tiesto y lo haga!

Con Yo Han en el punto de mira, esta semana las cosas se vuelven personales para Ga On, ya que el caso de sus padres aparece en el juicio. Yo Han sigue soportando el peso del mundo y libra múltiples batallas en todos los frentes. Sólo puede hacerlo durante un tiempo, pero ¿estará Ga On ahí cuando inevitablemente caiga? ¡Porque necesitamos más de esto!