3 cosas que nos encantaron del estreno de "Pump Up The Healthy Love"

Do Hyeon Joong (Lee Jun Young) vive para el fitness. Excampeón de fisicoculturismo, ahora es el apasionado dueño de un gimnasio abierto las 24 horas. Vive bajo tres principios: hacer ejercicio, comer sano y venerar su cuerpo como un templo. Lee Mi Ran (Jeong Eun Ji de Apink) es una oficinista que se inscribe en el programa de fitness de Hyeon Joong tras una reciente ruptura. A medida que sus mundos chocan, parece que hay más en el menú que pesas y mancuernas. ¡Esto es lo que puedes esperar del estreno de “Pump Up the Healthy Love“!

Advertencia: spoilers de los episodios 1 y 2 a continuación.

El mundo del fitness de Do Hyeon Joong

Do Hyeon Joong come, respira, duerme y hace ejercicio. Es un entusiasta del ejercicio. Obsesionado con el fitness hasta tal punto, y dado su carácter directo, que no duda en enumerar todos los problemas con la composición corporal de una persona. Es tan brusco que resulta casi cómico al decirles a todos que su cuerpo habla de la vida que viven.

La razón de ser de Hyeon Joong es su propia transformación. Nacido con bajo peso, pesando poco más de un kilogramo, fue gracias a su agallas y determinación que se convirtió en el orgulloso ganador del premio David de Fisicoculturismo de América.

Sin embargo, Hyeon Joong, siendo quien es, se retiró felizmente de la competencia tras llevarse el trofeo, pues había demostrado su valía y no tenía mucho más que hacer. El incidente se ha convertido en un tema recurrente en la asociación de culturistas.

Ahora dirige un gimnasio abierto las 24 horas en Seúl, pero con mano de hierro, y cuando se trata de hacer ejercicio, no tolera excusas. Hyung Joong también tiene una asombrosa habilidad para detectar comida basura a kilómetros de distancia. Hay varias secuencias cómicas en las que se pone en modo combate cada vez que ve a un cliente haciendo trampa con su dieta. Si no está persiguiendo a quienes hacen trampa con sus dietas, está enumerando los macro y micronutrientes de los alimentos, para sorpresa de quienes lo rodean.

Si hay un aspecto en el que Hyeon Joong no destaca, es en las citas y las relaciones. Aunque guapo, bien proporcionado y con un físico escultural, a Hyeon Joong no le faltan admiradoras. No tiene éxito en los asuntos del corazón, y la culpa es suya. Sus relaciones no duran mucho, ya que su pasión es su rutina de ejercicios. Tras ser abandonado una vez más, le dice a su novia, que está rompiendo con él, que no es él quien debe llorar, ya que solo arruinaría su figura. Las lágrimas provocan pérdida muscular, así que no es él quien debe desperdiciar su energía en nada más.

Pero hay una faceta de él que la gente no entiende. Hyeon Joong quiere empoderar a los demás. A menudo se le oye murmurar: “What the fat?“, lo cual para él es el insulto más grande.

Lee Jun Young le da caña a su personaje. Aunque es obtuso hasta el punto de ser rígido, sus travesuras son tiernamente cómicas. Su rostro serio al decir las frases más graciosas te hará reír a carcajadas e incluso te hará caer la barra de chocolate que tienes en la mano.

Mi Ran, una persona rara con la que es fácil identificarse

Lee Mi Ran (Jeong Eun Ji) es un poco rara, pero entrañable a su manera peculiar. La conocemos por primera vez mientras le suplica lastimeramente a su novio en plena calle. Ignorando las miradas de quienes la rodean, Mi Ran quiere saber por qué la están dejando. Mi Ran no tiene filtros: es directa y tiene buenas intenciones. Sí, le gusta complacer a los demás, pero cree que eso es lo que la hace agradable.

Mi Ran trabaja en una agencia de viajes, y su novio, que también es compañero, suele pisotearla. La gota que colma el vaso es cuando él no cree que sea importante que ella sepa su decisión de cambiarse de departamento. Herida, ella le pregunta las razones por las que no se lo ha contado y por las que la ha rechazado en su cita. Él, con desdén, le responde que es porque la encuentra poco atractiva físicamente.

Mi Ran está impactada, y parece que todo a su alrededor le está repitiendo lo mismo. Irritada tras una divertida metedura de pata con su hermana y el novio de esta, Mi Ran acaba en una discoteca, pensando que es un bar de solteros. Se suelta el pelo y se mece alegremente al ritmo de la música a todo volumen, solo para descubrir que ha acabado en medio de una clase de Zumba.

Avergonzada, corre, solo para encontrarse con Hyeon Joong, el dueño del gimnasio, quien, con su brusquedad, le dice que se apunte a su programa de fitness. ¿Por qué el mundo está obsesionado con su peso? Quizás este sea el pensamiento que ronda la cabeza de la pobre Mi Ran.

Mi Ran nunca ha hecho ejercicio en su vida, y el gimnasio no es el lugar ideal para su problema sentimental. Unos días después, está en el gimnasio y se ha apuntado al programa de fitness de tres meses de Hyung Joong. Después de todo, ¿qué peor podría ser la situación?

Jeong Eun Ji como Mi Ran es auténtica y cercana. Le gusta ayudar a la gente y hacer que todos se sientan cómodos, aunque a veces eso afecte su autoestima. Aun así, es peculiar, divertida y directa.

El viaje de Mi Ran en el gimnasio

Hyeon Joong fue testigo de la humillación de Mi Ran, desde su colapso en la calle al rogarle a su novio que se quede con ella esa noche hasta el humillante intercambio cuando la desairan por su apariencia. Su disgusto es evidente y, como siempre, se dirige a su novio y le dice con sarcasmo que no debería pasarle sus inseguridades a otra persona. Parece que Hyeon Joong ha descubierto algo que Mi Ran no.

Pero su objetivo es que la angustiada Mi Ran vaya al gimnasio. Le había dado un volante en la mano cuando la conoció. Y no fue hasta después de varias reuniones que Mi Ran decidió ir al gimnasio. Pero el “programa de servicios de cuidado integral del Director Do” de Hyeon Joong tenía un precio exorbitante.

Mi Ran no cree que valga la pena invertir tiempo ni dinero en ello. Considerando sus opciones, se compra un vestido por capricho, que ahora se ha convertido en su razón de ser. Este vestido será su uniforme de combate para la boda de su colega, donde estará presente su exnovio.

Mi Ran le informa a Hyeon Joong que está dispuesta a participar en su exhaustivo e intensivo plan de acondicionamiento físico, pero que necesita garantizar que ella pueda caber en el traje de combate, a lo que él acepta con confianza, aunque inicialmente lo confunde con un traje de combate en el sentido literal de la palabra.

Así comienza el viaje de Mi Ran hacia el fitness con sentadillas, flexiones, burpees, zancadas y press bajo la mirada penetrante de Hyeon Joong. Aunque se siente rígida y adolorida, algo que cualquiera que haya pasado por el ajetreo puede sentir, obtiene la recompensa definitiva. Los kilos se derriten sin que Mi Ran lo sepa, quien ha estado tan preocupada por perderse esos pequeños bocados de su comida favorita. Y el vestido que no le llegaba más allá de los tobillos por fin le queda bien. Mi Ran está extasiada. Emocionada, propone una petición bastante extraña.

Quiere que Hyeon Joong la acompañe a la boda. Sus compañeros de trabajo han visto los mensajes de Hyeon Joong preguntándole sobre su dieta y dan por sentado que es el nuevo hombre de su vida. Para su sorpresa, él acepta. El día de la boda, Mi Ran descubre que su hermana se ha escapado con su uniforme de combate. Mientras Mi Ran toma prestado algo del armario de su hermana a toda prisa, Hyeon Joong le advierte que se ve incómoda, como si estuviera anticipando un desastre.

Todo va bien, y su exnovio incluso se acerca a ella y la mira con admiración. Pero cuando se apagan las luces, el vestido lleva estampado algo bastante vergonzoso. La vergüenza de Mi Ran se intensifica aún más cuando el vestido se deshace. Y es Hyeon Joong quien acude a su rescate.

A medida que recorremos su camino en el ejercicio, uno no puede esperar a ver adónde la llevarán finalmente las aventuras de Mi Ran en el gimnasio. ¿Y comprenderá Hyeon Joong que la oxitocina no es solo lo que siente al levantar las brillantes mancuernas en el gimnasio? ¡Solo los próximos episodios lo dirán!

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Fuente (1)